Para crear lejía (NaCIO), sustancia ampliamente utilizada como blanqueador y desinfectante universal tanto en el ámbito doméstico como industrial, el hipoclorito de sodio debe disolverse en agua.

Usos del hipoclorito de sodio.

Todo el mundo conoce el uso doméstico de la lejía, que no es más que hipoclorito de sodio diluido en agua. Los usuarios lo utilizan en esta zona para limpiar y desinfectar superficies en baños y cocinas así como para quitar manchas de ropa. Pero, ¿qué otras aplicaciones industriales tiene?

Cloración.

Agregar hipoclorito de sodio, una forma de cloro, al agua para desinfectarla es una práctica estándar en el tratamiento del agua.

Limpieza del agua.

La cantidad utilizada no puede ser superior al 10% para potabilizar el agua. Es importante señalar que esta lejía no es cloro comercial, que es perjudicial para la salud, y que el método de elaboración es diferente.

Tratamiento de aguas residuales industriales.

Las bacterias y los lodos también se eliminan y se evita que se propaguen desde las aguas residuales y las aguas industriales.

Medicamentos.

El hipoclorito también se usa comúnmente como agente de irrigación en la industria dental y en la comunidad médica para tratar diversas patologías.

Además, también se vende en tabletas que se pueden usar para tratar piscinas y purificar cisternas, pozos y otros cuerpos de agua. Sin embargo, es importante prestar atención a las instrucciones del producto específico de hipoclorito de sodio que compre. La sustancia está presente en concentraciones mucho más altas en estas situaciones, lo que puede ser perjudicial para la salud.

Qué medidas de seguridad tomar.

Cuando se usa es crucial mantener la distancia porque el químico tiene una acción corrosiva y, en altas concentraciones, puede quemar la piel y los ojos. Como resultado, se recomienda el uso de guantes al usar este producto.